Aun cuando
en Estados Unidos nunca se ha experimentado una inflación tan grande como la
que se vivió en Alemania en la década de 1920, la inflación ha sido un problema
en algunas épocas. En la década de 1970, por ejemplo, cuando el nivel generalizado
de los precios aumentó a más del doble, el entonces presidente de Estados
Unidos, Gerald Ford, denominó a la inflación “el enemigo público número uno”.
Por el contrario, la inflación en la primera década del siglo XXI ha sido
cercana a 2.5% por año, lo que significa que a este ritmo los precios
necesitarían 30 años para duplicarse. Debido en que una alta tasa de inflación
impone varios costos a la sociedad, mantener la inflación a un nivel bajo es
uno de los objetivos de los diseñadores de las políticas económicas de los
diferentes países del mundo.
¿Qué
provoca la inflación? En la mayoría de los casos en que la inflación es alta y se
mantiene alta por un tiempo, el culpable es un aumento en la cantidad de dinero
en circulación. Cuando un gobierno emite grandes cantidades de dinero, el valor
de éste disminuye.
Por
ejemplo, a principios de 1920, en Alemania, cuando los precios se triplicaban
en promedio cada mes, la cantidad de dinero que el gobierno emitía también se triplicaba
mensualmente. En Estados Unidos, aun cuando la historia económica de ese país
es menos dramática, la conclusión es la misma: la alta tasa de inflación
experimentada en la década de 1970 se relacionó con un rápido aumento en la
cantidad de dinero en circulación y, del mismo modo, la baja inflación en años recientes
está asociada con un lento crecimiento de la cantidad de dinero.
Fuente:
Gregory Mankiw, Principios de la Economía
0 comentarios: